lunes, 5 de marzo de 2012


IDEAS PEDAGÓGICAS DE ROBERT OWEN Y SU ESCUELA

Robert Owen, originario de Gales, prosperó como empresario en la industria del algodón. En 1799 compró una fábrica de textil llamada New Lanark. El último dueño de la fábrica era el suegro de Owen, el cual, quería proteger la salud y la moral de los niños que trabajaban en su fábrica. Sin embargo, Owen lo critica porque los niños que trabajaban no podían aprovechar plenamente la enseñanza que se impartía por las noches.

Durante sus 10 primeros años en New Lanark, Owen se dedicó a realizar por fin su ambición. Conmovido por las consecuencias sociales de la introducción del capitalismo durante la primera revolución industrial, buscó la forma de promover una sociedad mejor desde su posición como empresario. Elevó los salarios, y entre otras cosas, proporcionó a los obreros condiciones dignas de vivienda, sanidad y educación. Este último aspecto fue para él, el objetivo esencial, pues consideraba que una educación liberal y solidaria sería el mejor instrumento para acabar con la delincuencia y poner las bases para un futuro de justicia e igualdad. Así, se opuso a la labor infantil en la producción y fue muy estricto en la idea de que un niño menor de diez años no trabajase en el molino de su propiedad.

Owen sostenía que la actividad económica no debía de ser obstáculo para el desarrollo educacional de los trabajadores y entonces, construyó una escuela de dos plantas; la planta alta se dividía en dos aulas para los niños de 6 a 14 años de edad; la planta baja estaba destinada a los niños pequeños y constaba de tres aulas. El edificio se aprovechaba al máximo: durante el día lo utilizaban los niños, y por la noche los adultos. En total, unos 300 niños recibían educación en la escuela, que era mixta.

En cuanto a los maestros, Owen buscaba que fueran amorosos con los niños y serviciales. Les decía a estos, que no había que aburrir con libros a los niños, que no habían ni premios ni castigos (fuente de inspiración: Rousseau). Se animaba a los niños a participar pero sobre todo, la escuela de Robert Owen, procuraba que los niños fueran felices.

Los infantes atendían la educación desde la edad de 0 hasta los 6 años. Fue la primera escuela en su género. Allí se les enseñaba a compartir, ser amables, a jugar. No se les abrumaba con los libros hasta que fueran mayores. El plan de estudios moderno se componía de las tres asignaturas básicas: lectura, escritura y aritmética. Y además, también se impartían clases de costura, historia antigua y moderna, geografía, botánica y geología.

Los alumnos, que dejaban la escuela a los 10 años, podían proseguir su educación en las clases nocturnas. Se impartían lecciones semanales de química y mecánica y se organizaban sesiones de música y danza confines recreativos.

Tras los viajes que realizó y las observaciones respecto a la educación que hizo, Owen creía que su teoría era buena, pero sus medios y experiencias muy limitados, y sus principios los del viejo sistema, aunque admitió que la escuela estaba más adelantada que otras.


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